domingo, 13 de septiembre de 2009

Mini Análisis de tripode Giottos Ball Pod





   Hace dos semanas que adquirí una Ricoh GX200 con el propósito de llevar siempre conmigo una cámara de fotos, de la cual tengo intención de hacer un mini análisis mas adelante.
    El caso es que llevaba tiempo buscando un trípode acorde con ella, es decir que ocupara poco, tuviera consistencia y me permitiera ajustarlo de una manera cómoda y precisa.
    Pues el otro día lo encontré y se trata del trípode Giottos Ball Pod.
  Estamos ante un trípode pequeño, (10 centímetros sin extender) y de muy poco peso (60 gramos), que resiste hasta 600 gramos de carga.
  Las tres patas esconden unas barritas telescópicas que al extenderlas proporcionan mucha mas sustentación y seguridad ante trepidaciones o evitar caídas, a parte de llevar en las puntas de las patas, tres gomas para que el agarre con la superficie sea mayor. 
    También trae de serie una funda, que sin ser de mucha calidad, hace su cometido y es de agradecer.
           

     Para mi es muy significativo el sistema de rotula que tiene, así como la forma de asegurarlo, a través de un cierre que permite un control excelente. Así podemos regular el horizonte, poner la cámara en plano horizontal con respecto al suelo para hacer macros y utilizar la cámara en modo vertical.

   El precio varía mucho de donde lo compréis, pero en tienda física puede rondar entre los 12 y 25 euros.
     A mi me parece un accesorio muy cómodo y útil para realizar fotos nocturnas, con poca luz o simplemente autorretratarte .

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